1.- Mezclar una cucharada de agua con otra de bicarbonato. Lavar los dientes con esta preparación cada diez días. Es conveniente no hacerlo más seguido para evitar que el esmalte se debilite.
2.- Lavar los dientes con agua tibia y limón. También es aconsejable realizar enjuagues al menos dos veces a la semana.
3.- Enjuagar los dientes con un poco de agua oxigenada de 10 volúmenes una vez por semana.
4.- Cepillarse con una infusión de hojas de salvia.
5.- Frotar la parte interna de una cáscara de naranja y así se podrá obtener un blanco y brillo infalibles.
6.- Triturar una cucharada de clavos de olor, una cucharada de nuez moscada, cinco gotas de esencia de menta, una cucharada de canela y un cuarto litro de vino de jerez. Enjuagar con esta mezcla las veces que se desee.
7.- Mezclar un poco de pulpa de aloe vera con dos gotas de agua oxigenada y una cucharada pequeña de bicarbonato de sodio. Lavar los dientes con esta pasta una vez al día.
8.- Masticar algunas hojas de perejil, pero es importante no abusar de él ya que puede resultar tóxico.
9.- El consumo de fresas es otra de las alternativas que ayudan a blanquear los dientes ya que contienen un efecto similar al del limón, pero el poder abrasivo de las frutas es mucho menor.
10.- Para blanquear los dientes de fumadores, mezclar dos cucharadas de bicarbonato, dos cucharadas de sal marina, y la ralladura de un limón. Colocar en un recipiente e ir añadiendo agua lentamente hasta que la mezcla queda pastosa y consistente. Utilizar como una pasta de dientes una vez a la semana.
Estas recomendaciones para realizar en casa son muy efectivas, pero se necesita constancia para lograr los resultados deseados. Es importante de todos modos, recurrir a un especialista que pueda aconsejar sobre qué tratamiento es el más adecuado según sea el caso de cada uno.
Es importante saber que el bicarbonato es abrasivo y puede desgastar el esmalte de los dientes si se lo utiliza de modo diario. Por tal motivo, hay que usar con prudencia las recetas que contengan este producto.